martes, 22 de febrero de 2011

4% ó 120%


Hace unos días mi hermana me saludó con una noticia que no me sorprendió. En su universidad tuvo un intercambio de palabras con una profesora. Cuando yo estudiaba en esa misma universidad de Santo Domingo estuve en una situación parecida.
En su caso la profesora le había dicho que nosotros los cubanos no debíamos de estar en RD y que debíamos volvernos a nuestro país, puesto que tomamos los trabajos y luego ellos se quedan sin donde trabajar. Obviamente toda la clase se puso de parte de mi hermana en que eso había sido una falta de respeto, más cuando ella nunca había mencionado los cientos de dominicanos que deportan cada año de los Estados Unidos a causa del tráfico de drogas o las mujeres que emigran a Europa y terminan en la prostitución.
No quiero detenerme en estos problemas ya que no son la mayoría de los dominicanos los que incurren en esto. Quiero detenerme en el problema de cómo una universidad va a aceptar como profesora a una persona que hable así; o como acepta a un profesor que tuve en una materia llamada HOMBRE Y NATURALEZA (no pongo el nombre del profesor porque no lo recuerdo) y que en una conversación en la clase dijo que el sol nunca se apagaría. Mantenía que habían creencias religiosas donde se decía que si lo haría pero científicamente no se apagaría nunca. Por suerte en ese momento ya estaba terminando mi semestre y me disponía a venir a estudiar al Tec de Monterrey porque es una vergüenza para un país que un profesor universitario exprese semejante barrabazada. Otro problema que surgió en esa universidad fue cuando unos estudiantes se manifestaron en contra de la subida de precios de la colegiatura y casi los expulsan. El incoveniente que les pusieron para volver a clases fue el de firmar una carta redactada por la universidad perdonándose por sus actos. Este acto me hace recordar cuando vivía en Cuba.
Así al ver todos estos hechos y tantos muchos otros que “no me alcanzaría el espacio digital” para describirlos de la EDUCACION PRIVADA en República Dominicana nos cabe preguntarque pasa en la educación del país. Tanto privada como pública han llegado a grados paupérrimos y preocupantes donde muchos no tienen esperanza de salvarla y cuando alguien anuncia que se irá afuera a estudiar le felicitan: “ Es lo mejor que puedes hacer”.